TERRITORIO CORPORAL
Hay un niño que me habita la mano izquierda
hay una niña que me habita la mano derecha
ambos esperan encontrarse en un aplauso
para hacer una danza en la que juntos
inventen una percusión
ó en el frote desesperado en búsqueda de combustión.
Hay dos estrellas que me habitan los ojos
ellas quisieran por mis ventanas
ser expuestas al mundo
para sacar toda luminiscencia
que llevan reprimida por la tristeza
y pulverizar con refulgencia los maltratos.
Hay dos bebes que me habitan los pies
son muy inquietos en su juego por descubrir
el gateo veloz me acicatea a bailar y correr
ir muy de prisa para convidar los sueños,
con su alegría trazar la senda a caminar.
Hay dos osos que me habitan los brazos
esperan llenarte de calor con su pelaje
su amor vuelto abrazo en mi
te regalo este amasijo de conflictos y bendiciones
que te abrase hasta ser cenizas y renacer.
Una abeja hembra y una abeja macho
me habitan los labios
me fecundan el verbo incesante
su coito es capaz de convertir verdades en preguntas
insultos en píldoras para la sanación
derribar hospitales psiquiátricos
y construir centros culturales,
vaciar cárceles y llenar escuelas,
de lo impensable parir miel.
Victoria Monsalve, 2018.
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