SOÑAR

Se suele creer que los realistas no soñamos
que nos apegamos a la realidad por sentirla maravillosa,

los soñadores antes fuimos seres realistas

pero vivimos el mejor proceso de transformación posible,

como realista que soy

no me enveneno con mentiras

de optimismo o pesimismo,

prefiero manejar en cambio cifras exactas

hacer un análisis cuantitativo para evitar errores.



Los realistas sabemos a la perfección

cuántos latidos son necesarios para sentir emoción,

cómo se lastima la mejilla con el beso de un hipócrita,

con cuántos mililitros de sudor en las manos

descubres que eso no sera solo amistad,

cuánto aguanta el cuerpo fingiendo un sonrisa

y en ese tiempo no reventar los vidrios,

qué tan profundo debe llegarte un misterio

para convertirse en desvelo,

cuántos gritos pide el alma para ser libre,

con cuantas esperanzas contamos para ser feliz,

cuál es el abrazo imprescindible,

con cuántos insomnios se olvida

con cuanta rutina se obstina

donde se encuentra el amor propio?

cuando tocas fondo y agarras impulso otra vez?

sobre todo llegar un dia y responder

¿Que hago con mis sueños inconmensurables?



Las mentiras con las que nací y moriré,

los atropellos que me hacen mas humana y vulnerable,

el control mental que no es conseguir un dueño mas amable,

mi yo que soy parte del todo

el suicidio que es puro dinero,

mi salud que no esta en venta

que con la paz la fabrica de arma quiebra

eso desataría una guerra visual,

la masacre a los pocos

la condena al que se quiere mucho,

es normal y es real.



La realidad golpea muy fuerte

no me conformo con vivir en este mundo enfermo

que no es fácil de cambiar,

por eso sueño.

Victoria Monsalve, 2017.

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