TODOS LOS CAMINOS SON TAN LARGOS - RICARDO JESUS MEJIAS

Todos los caminos son tan largos

Me ha sido encomendado un viaje.
Todos los caminos son tan largos
como el río entre mis manos.
No he de retornar solo,
la voz me pide esa condición.
Sigo una grieta que se abre
al ritmo de mis pasos.
En mi primera parada,
un mago empobrecido
me da un sorbo en su sombrero,
dice que la magia está al final.
Todos los caminos son tan largos
como las nervaduras del corazón
y no tienen ni un árbol para hablar.
Tropiezo con un bulto
y hago mi segunda parada;
es el caballo de las misivas
asesinado.
Aún se escuchan los relinchos
en los hilos del viento.
Todos los caminos son tan largos
como el tren que aún no pronuncia mi nombre.
Llego a una aldea despoblada
donde habita solo una mujer.
Hago mi tercera parada.
Ella, me susurra con la voz
del que fui desnudo,
habla del salto
entre dos estrellas,
me cubre con el polen
del desprendimiento,
hace un poema parecido
a una vida juntos,
que sale de sus manos
como sale un río.
Todos los caminos son tan largos…
Continúo cada día
con un girasol en las manos,
y en las noches,
debajo de las mesas,
ahí donde no llega el reflejo del pan,
enciendo mis palmas
con la luz de la memoria.

Ricardo Jesús Mejias Hernández

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