DESTILAR NIÑOS


 A Yvaniela Romina

Voy a tomar unos cuantos niños
los pondré a destilar
con un alambique de risas,
el aceite esencial que extraiga
lo guardaré en un frasco
que pondré bajo llave
la cual me tendré que tragar.

Me falta tengo ausencias profundas
hay espacios que hoy están llenos
pero un día eso cambiará,
tendré que vomitar la llave
que por tanto había guardado en secreto
entonces me untaré el aceite
me proporcionará todo lo que perdí en el camino
me dará la curiosidad que revivió al gato
la inocencia
la desinhibición de preguntar cuando no entiendo
la pureza
la creatividad
la franqueza de sabor ardor
la onomatopeya del incapaz de decir
la imaginación
la ternura al mirarte
la voz del insensato dolor
el diálogo con el inmóvil mudo que no es monologo
el fácil aprender
el jugar a la vida.

Con esos aromas volveré al principio
a lo que me hizo querer escribir
esa esencia me hará recordar,
con aceite en piel
viajaré por el tiempo
pero mi cuerpo estará intacto
sera un encuentro sensorial.

Victoria Monsalve, 2017.

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