Sueños levitantes

Ambos eran aburridos
casi absurdos,
esas eran las palabras del común
eso todos lo comentaban con desden,
pero se convirtieron en una pareja irónica
pues junto son divertidos
y no es que lo sean tanto,
pero logran sacar juntos lo mejor de si,
eso es un avance para ese acantilado
que son sus mentes
y tantas veces quisieron arrojarse
sabiendo que caerían en el
inoportuno juego de la sinestesia.

Se miran,
ambos suelen preguntar lo mismo,
pero consiguen ser felices
con lo poco y sencillo
que es tener tu templo en paz
porque allí habitan infinitos misterios
donde solo uno es peor que el otro
y cada vez mas indefinibles se rozan
temiendo de lo carnal que puede
ser la embestida de la moral,
pero hay un reflujo de complicaciones
yendo y viniendo
se mantienen en caída y subida
porque solo ellos conocen el secreto de la altura
y entre mas al fondo iban
mas alto lograban subir en su globo
inflado con canciones poemas y
sobres con sueños levitantes,
flotando en un aire de espesor confinante,
vivir les era un sigilo airoso,
pues sabiendo amar cada instante
era un escandalo sin conflicto
para la melodía del decir Te quiero.

Victoria Monsalve, 2015.