ALEGRARSE A SONRISA SUELTA


Por mucho me dio miedo
me acomplejaba y desteñía
la alegría y felicidad
pensaba en la debilidades
en los desaciertos de dejarme llevar
en los duros golpes para los alegres
en lo inútil de reír,
usaba lentes de sol
temía del brillo de la sonrisa
como si me fuese a quemar el alma.


Es que confundí indefinidamente
sonrisas con burlas
risas con morisquetas,
pero la sonrisa no es solo un sol
la alegría es un río
que hay que dejarlo fluir
y que cuando este preparado
manifieste un paisaje de deleite,
antropológicos prejuicios deje
les corte el suministro
entonces me deje llevar
y aprendí el valor
de alegrarse a sonrisa suelta,
porque cuando las vibraciones se hermanan
somos mas lindos y poderosos.
Y de eso se trata
de aprender a brillar
sin soplarle la vela al otro.


Victoria Monsalve, 2015.

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